Es un
museo Histórico Arqueológico privado de Arte Maya, creado en la ciudad de
Cobán, Alta Verapaz abrió sus puertas al público el día 27 de abril de 1,999.
Este museo así como su colección están legalmente registrados por el Departamento de Registro de la Propiedad Arqueológica del Ministerio de Cultura, siendo un museo privado de arte precolombina, cuyo objetivo es salvaguardar, exhibir y divulgar información sobre el arte y la cultura Maya, en donde se podrá observar una importante colección de piezas prehispánicas provenientes del Área Maya de Guatemala.
Para los amantes de la historia y de la cultura, este museo privado es una necesidad. A pesar de su pequeño tamaño, se exhibe un impresionante despliegue de artefactos mayas, incluyendo tallas en la madre de perla y jade, platos de cerámica ritual, armas, objetos ceremoniales, herramientas y joyas de jade, con explicaciones en Inglés y Español, poniendo su colección en el contexto de la cultura maya y sus tradiciones. La pieza central del museo es un quemador que representa la reactivación de un antiguo dios de los infiernos. Otro punto a destacar es un panel completo de jeroglíficos 656AD, que representa la historia real de Cancuén. El museo debe su nombre a una figura de un príncipe maya vestido de punta en blanco, incluyendo un tocado de plumas de quetzal.
Este museo así como su colección están legalmente registrados por el Departamento de Registro de la Propiedad Arqueológica del Ministerio de Cultura, siendo un museo privado de arte precolombina, cuyo objetivo es salvaguardar, exhibir y divulgar información sobre el arte y la cultura Maya, en donde se podrá observar una importante colección de piezas prehispánicas provenientes del Área Maya de Guatemala.
Para los amantes de la historia y de la cultura, este museo privado es una necesidad. A pesar de su pequeño tamaño, se exhibe un impresionante despliegue de artefactos mayas, incluyendo tallas en la madre de perla y jade, platos de cerámica ritual, armas, objetos ceremoniales, herramientas y joyas de jade, con explicaciones en Inglés y Español, poniendo su colección en el contexto de la cultura maya y sus tradiciones. La pieza central del museo es un quemador que representa la reactivación de un antiguo dios de los infiernos. Otro punto a destacar es un panel completo de jeroglíficos 656AD, que representa la historia real de Cancuén. El museo debe su nombre a una figura de un príncipe maya vestido de punta en blanco, incluyendo un tocado de plumas de quetzal.
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